8. Homeschooling: En Defensa de la Libertad Educativa

Si consideras que (1) cada persona tiene la autoridad de decidir sobre si mismo, (2) la educación es una decisión personal, y que (3) aquellos que no tiene la capacidad de decidir por si mismos (como los menores) ceden esta autoridad a sus tutores legales (generalmente los padres) resulta evidente que todas las decisiones relativas a la educación son competencia de los padres, y de nadie más. Por tanto, aquellos padres que quieran seguir líneas alternativas de educación para sus hijos tienen derecho a hacerlo, al igual que cualquier adulto puede educarse como considere conveniente.


Además, cabe preguntarse:
¿Quien esta en una mejor posición para conocer las necesidades del niño? Y, ¿Quien es mas probable que tenga el bienestar del niño en mente?

Me parece evidente que los padres están en una posición privilegiada para adaptar la educación de sus hijos a sus necesidades y para tener su bienestar en mente, al menos mejor que cualquier “experto”, político o burócrata.

Por tanto, si:

  • Los padres son los únicos que tienen la autoridad para decidir sobre la educación de sus hijos
  • Los padres tienen una mayor capacidad de comprensión del hijo
  • Los padres tienen un mayor interés en su bienestar
  • Diferentes personas necesitan diferentes tipos de educación.¹

Resulta obvio que el homeschooling es la mejor forma de educar, ya que es la mas personalizable y no cabe entrar a contradecir las decisiones puramente privadas que tomen adultos con capacidad de decisión.

Ahora bien, ¿Qué pasa si no se les educa “adecuadamente”? ¿Acaso no tienen los niños derecho a una educación?² ¿Tiene el gobierno el derecho o incluso el deber de involucrase?

Pues para contestar a ello primero habría que definir cual es el propósito de la educación, y creo que su función mas destacada y compartida por un mayor numero de personas es que la educación ha de preparar a los alumnos para vivir o participar en sociedad de una forma correcta, es decir, ser (mínimamente) buenos ciudadanos. Generalmente se entiende que si los padres “educan” a sus hijos de una forma que no les convierta en buenos ciudadanos para vivir en sociedad están siendo negligentes, facultando al gobierno para intervenir.

Pero ahora se plantea otra cuestión. ¿Quién decide que es ser un buen ciudadano? Y, ¿Quién decide cómo se ha de educar para ser un buen ciudadano?

Si la respuesta es el individuo, cada uno de nosotros, no cabe hablar de negligencia que faculte al gobierno a interceder, pues es una decisión puramente personal.

Si la respuesta es el Estado (dejemos al margen la justificación) se podría describir la situación de la siguiente forma:

El Estado ha de establecer una definición de lo que es ser un buen ciudadano y, posteriormente, elaborar un sistema que sea lo mas efectivo posible a la hora de transformar a los alumnos en buenos ciudadanos (entre otras cosas). Este sistema habría de ser impuesto, al margen de que los alumnos (realmente sus tutores, que son quienes toman la decisión por ellos) están en desacuerdo, ya que si no lo impusiera estaría permitiendo a las personas convertirse en algo que difiere de su juicio sobre como deberían ser los ciudadanos, y estaría fallando en su deber (aquello que le faculta en un primer lugar para intervenir).

En definitiva, la educación solo puede ser libre u obligatoria, pero no puede ser ambas. Tú, ¿con cuál te quedas?

Centralización vs Descentralización

Considero que la progresiva descentralización del sistema educativo seria beneficiosa principalmente por cuatro motivos:

  • Mayor adaptación al contexto especifico
  • Mayor capacidad de reacción frente a los cambios
  • Mayor independencia para experimentar y, por tanto, de hallar nuevas formas de organización o educación que puedan mejorar el sistema educativo y que posteriormente podría ser adoptadas o imitadas.
  • Mayor proximidad entre quienes toman las decisiones y quienes las reciben, por lo que el proceso iterativo acción-resultados-retroalimentación se acorta y existe una mayor presión social sobre quienes toman las decisiones.

El nivel de intensidad de estos motivos depende del grado de descentralización. Por ejemplo, en relación con el ultimo punto, los padres y alumnos de un centro pueden ejercer una mayor presión sobre el alcalde (o concejal responsable) que sobre el presidente de la comunidad (o la consejería de educación)

Notas

  1. La diversidad humana es real, beneficiosa y obliga a adaptar la educación: La diversidad es un aspecto esencial del ser humano y, a su vez, causa y efecto del progreso social (el aprovechamiento de la diversidad permite el progreso y ese mismo progreso posibilita la mayor explotación de las particularidades individuales). Por otro lado, esa diversidad hace necesaria la personalización de la educación.
  2. Si interpretas los derechos como derechos negativos está claro que una mala educación no viola el derecho del niño a una educación, por lo que no tendría sentido justificar una intervención estatal (al menos con ese argumento).



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